Primavera / Spring 2020

Spring 2020 Essay

La necesidad y oportunidad nace del sacrificio

By Emely Rico Garcia

"Hija, no podemos ir muy al sur. Ahí nos agarra la migra." Escucho a mi papá decir mientras la frontera que nos divide sigue creciendo. Toda mi vida he tenido que poner mucha atención a las políticas que dictan la libertad de mis padres y--desde luego--la libertad de mi familia entera. Se me recuerda, día tras día, del privilegio que tengo como ciudadana y como estudiante universitaria. Cuando es tan obvio el privilegio en mi vida comparada a la de mis padres, tomo el reconocimiento de sus sacrificios para motivarme a trabajar diligentemente como estudiante y como hija mayor de la familia. El miedo que tienen mis padres, igual a muchos otros inmigrantes indocumentados, de poder ser parados por la policía o por agentes de ICE con la consecuencia de ser deportados es un miedo que nunca tendré que sentir. Al acercarse a la frontera, hay más ansiedades sobre la separación que puede haber si nos para la migra.

Privileged Daughter

As the winter cold approaches, I feel a numbing sensation in my feet.
The slight sting of the crisp fog on my nose reddens my face. I feed my animals back home.
This is my home. Small, old, surrounded by trees and vegetation.
This is my home. One that I have known all my life.
This is my home. One that my parents have known for two decades.
And as I remember the stories of two journeys full of hope,
I feel that stinging of the brisk morning fog get colder and colder until I have a runny nose.
More frigid because of the images that pop in my head.
Images of exhaustion, hunger, thirst, and desert shivers.
Images of complete dependence of a total stranger; of ducking under shrubs to avoid detection.
Images of lack of opportunities to thrive back home; of living off eating tortillas with only salsa
These pictures construct a border that separates my parents from me;
This was their home. Familiar, happy, yet poor.
This was their home. One that they knew only until their late teenage years.
This was their home. One that they, like so many, abandoned and left to the care of others.
“We can’t go too far south,” and, “Travel with your sister, we’ll wait for you here”
Repeat in my head as I am reminded constantly of my parents being trapped inside a single state.
I’m still outside, nose all runny from the frigid winter weather
Living in a home that I have known my whole life
Going to school to receive an education
Living a life my parents only dreamed of having
Crossing borders my parents could not cross.

Niñez Cómoda

Tenían alrededor de dieciséis años cuando hicieron el viaje al Norte con esperanzas de encontrar oportunidades financieras para poder ayudar a sus padres en Guanajuato, México. Nacidos en ranchos agrícolas y muy rurales, mis padres crecieron en familias pobres--un comienzo del cual no puedo relacionar con la mía. La familia de mi padre se dedicaba a la fotografía y la sastrería, mientras que la familia de mi madre eran campesinos. Aunque vivían una vida de poco dinero, estaba llena de alegría y simplicidad. Como varios de los niños en México, la niñez de mis padres estaba llena de viajes al campo o al cerro, juegos creativos entre amigos, y nadadas en la presa cercana. Durante su niñez, ellos no pensaban en la posibilidad de dejar a sus familias por irse a otro país.

Reconocer la Belleza y el Riesgo

Hay demasiados estereotipos en los Estados Unidos sobre el país de México de la corrupción, la pobreza, además de otros. Estos estereotipos esconden la belleza de el país en las redes sociales y en la vida diaria. Mis padres, como muchos ciudadanos de México, conocen esa belleza: la calidez de la gente, la familiaridad del rancho, y la felicidad de la comunidad.
Por otra parte, para alguien quién no le ha pasado, es casi imposible entender los riesgos por los que pasan los inmigrantes al viajar a pie por terrenos hostiles. Muchos también no entienden que la gente no cruza la frontera por el placer de hacerlo sino por la necesidad. Precisamente, la necesidad de poder apoyar a sus familias y a sus propias vidas trabajando duro y dedicadamente.
Siendo hija de inmigrantes indocumentados, siempre he tenido que estar atenta a lo que pasa en términos de legislaciones del gobierno sobre este tema. En una manera soy mediadora que está dentro de una familia mixtiada con diferentes estatus migratorios. Necesito saber cómo las decisiones de la Casa Blanca van a afectar la situación de mi familia. Esta responsabilidad de saber y poner mucha atención de cómo puede cambiar la estabilidad de mi familia es algo que no se puede relacionar con la vida de muchos de mis amistades o conocidos. Al mismo tiempo, yo misma estoy dividida por una diferencia de estatus migratorio. En realidad, yo no puedo realmente saber cómo se siente estar atrapada en un estado o país en donde no tendría representación. Además de la división de poder, o no poder más bien, entender completamente lo que sufrieron y sacrificaron para venir, esta diferencia generacional de estatus migratorio dentro de una familia limita la ayuda financiera que uno podría recibir si todos fuéramos ciudadanos. Por ejemplo, siendo de bajos ingresos, nosotros podríamos recibir fondos del gobierno por cada niño menor de edad. Pero, como mis padres no tienen ciudadanía, toda nuestra familia no califica para esta ayuda financiera.
A pesar de esto, mis padres siguen y seguirán siendo miembros activos de la comunidad sin reconocimiento del estado/país. Pagan impuestos cada año aún al saber que no recibirán ayuda del gobierno. Al mismo tiempo, están criando a dos hijas que sean ciudadanas competentes e involucradas. Entiendo que todavía tengo que esperar unos años para poder peticionar por un perdón para que comiencen sus aplicaciones de ciudadanía. Por lo mientras, tomaré lo que me enseñaron para ser una miembra activa en mi comunidad--tomado la esperanza y privilegio de votar.

Ciudadanos Activos

Cuando la AB 60 fue pasada por el gobierno de California y dio paso a que todos los residentes de California--sin importar su estatus migratorio--pudieran obtener licencia de conducir, mis padres finalmente pudieron sentirse menos como residentes inexistentes y más como residentes californianos. Ya son días del pasado en cual estaban limitados hasta para salir de sus casas. Finalmente, obtuvieron una licencia de conducir, algo que les dio legitimación como residentes. Al sacar sus licencias de sus respectivos sobres, también finalmente pudieron quejarse de lo mal que se veían en la foto.
No poder solicitar por una licencia es una limitación de la cual yo nunca tuve que preocuparme. Hay momentos en los cuales mis padres tienen ilusiones sobre las oportunidades que mi hermana y yo tenemos. Hace poco que recibí mi boleta para votar en las elecciones nacionales, estatales, y regionales. Al pasar por el buzón, le pedí a mi mamá si podía yo salir del carro para recoger el correo. No esperaba nada importante; saque el montón de cartas y una por una me andaba fijando en las propagandas de tiendas. Hasta a mero atrás, había una carta media gruesa que estaba a mi nombre. La vi y me subí de nuevo al carro. Mi mamá me preguntó, “¿Y eso?” Cuando saqué la boleta del sobre, mi mamá la agarró con una mirada en su cara que parecía la de una niña optimista y empezó a preguntarme, “¿Por quién vas a votar para presidente? Y por representante de California?” Le di mi respuesta y me respondió “Informate bien, hija. Tienes que saber que es lo que dicen que van a hacer para la gente del país.” Me recordó esto, una vez más, que no tienen ninguna representación o apoyo en este país. Sus vidas dependen de las políticas de las cuales no tienen ni un decir en lo que sucede y lo que no.

El sacrificio y la oportunidad

Entiendo que muchos ciudadanos estadounidenses sienten que la acción de votar no afecta para nada los resultados de las elecciones. Aun así, después de ver la reacción de mi mama y mi papa de que su hija más grande al fin va poder votar, agradezco y entiendo que los privilegios que sus sacrificios me dieron no se deben de abandonar. Estas son las ideas que plantaron firmemente en sus hijas: la oportunidad y el privilegio de ciudadanía. La necesidad se manifestó entonces en la oportunidad de aportar al país con una carrera estable, profesional y con la representación de un ciudadano. De esta manera, gracias a los sacrificios de mis padres, puedo cruzar fronteras que ellos no pudieron cruzar y así, estando en medio de la historia de mis padre y mi propio futuro, poder ver hacia adelante.