A collaborative publication of the Latin American Studies Program

Divisadero

Spring 2015

Spring 2015 Article

El Nudo Venezolano

By Alejandro Agustín Iribarren
En Venezuela durante el 2014, casi 50 personas murieron en protestas donde hubo encuentros violentos entre las fuerzas del gobierno y una ciudadanía gravemente descontenta. Después de un año, las protestas no han logrado cambiar mucho y Venezuela sigue en la misma situación desesperada. Foto cortesía Juancho Hernández

En Venezuela durante el 2014, casi cincuenta personas murieron en protestas donde hubo encuentros violentos entre las fuerzas del gobierno y una ciudadanía gravemente descontenta. Después de un año, las protestas no han logrado cambiar mucho y Venezuela sigue en la misma situación desesperada. Las condiciones en Venezuela son atroces: hay pobreza extrema, matanzas, corrupción, secuestros. Pero, si las condiciones son tan duras, en particular para las poblaciones más vulnerables ¿por qué las protestas fueron lideradas por gente del sector de la clase y barrios de media/alta?


Hugo Rafael Chávez llegó al poder por el voto popular en el año 1999. Durante los últimos 15 años, el partido político de Chávez—y de su sucesor Nicolás Maduro—ha ganado las elecciones populares en Venezuela. Una crítica de la oposición es que el gobierno Chavista ha fijado las elecciones y que por lo tanto, el gobierno es ilegítimo. Aunque eso haya pasado, el pueblo en verdad se identificaba con Chávez, su mensaje, y su posición política y guvernamental, por esta razón lo reeligieron y lo continúan a apoyar su gobierno cada vez que ha tenido que hacerlo.

Otro aspecto importante es que la ideología política de Chávez se identifica mucho con la clase baja o trabajadora, la cual formaba y sigue formando la base de su apoyo político. El tenía una relación con esta población que pocos gobernantes contemporáneos han logrado cultivar. Esta relación, de una manera u otra, íntima, es lo que eventualmente garantizaría la autoridad absoluta de Chávez. 

Aunque su poder—casi absoluto—aparentaba una dictadura, hay que recordar que siempre hubo un gran porcentaje de la población que apoyaba—y sigue apoyando después de su muerte—las políticas de Chávez. Siempre tuvo el apoyo de una gran parte de la población venezolana así que sería muy difícil definir el gobierno venezolano y el personaje de Chávez como la de un dictador. Los medios en particular describen el gobierno y políticas de Chávez como “Populistas”. Esta definición supone que el proceso democrático no es completamente confiable. Sin embargo, hay que tomar en cuenta que Chávez ganó las elecciones del 2006 con 63% del voto popular. En comparación, Maduro solo ganó las elecciones con 1.7% más votos que el representante de la oposición, es decir por 51.7% del voto popular.

Steve Ellner—profesor de historia económica y ciencias políticas en la Universidad de Oriente en Puerto La Cruz, Venezuela—está políticamente y filosóficamente aliado con los Chavistas y el gobierno “socialista”, pero presenta los hechos a través de una mirada compleja. Ellner dice que aunque el gobierno en Venezuela podría ser calificado como socialista, la economía sigue siendo capitalista. Esta transformación económica, de un modelo capitalista a un modelo socialista, acompañado con la disminución de apoyo popular para Maduro, está contribuyendo de manera significativa a las condiciones sociales que fomentan el descontento y causan reacciones violentas por parte del pueblo. Ellner afirma que la gente de bajos recursos económicos—la gran base de apoyo del gobierno Chavista—serán los dirigentes del destino de esta transformación económica y social.

Si esta es la situación ¿cómo podemos racionalizar el hecho de que el gobierno venezolano se auto-define como un gobierno socialista mientras que la gran parte de la población venezolana vive bajo condiciones de pobreza extrema? ¿Cómo podemos entender un gobierno apoyado por un pueblo sin acceso a recursos básicos como la educación?

La violencia ha permeado todo la sociedad. Vivir en Venezuela es estar siempre ansioso de que alguien te mate o que lleve secuestrado. Isabella Betorelli, una joven venezolana quien sintió que debía prácticamente huir de Venezuela en agosto del 2014 debido a las condiciones económicas inestables y por lo peligroso que es vivir en Venezuela en este momento. Cuenta que ha sido robada por lo menos cinco veces a mano armada. Incluso varios amigos y familiares de ella han sido secuestrados, y hasta han matado a personas cercanas a ella y a su familia.

En los últimos diez años se ha formado un éxodo de gente clase media/alta de Venezuela.  Muchos de estos venezolanos están huyendo de Venezuela por muchas de las mismas razones que Isabella. Por ejemplo, en Panamá, hay tantos venezolanos que tienen su propio periódico, "El Venezolano" y el cual tiene presencia en Los Estados Unidos (Miami, Orlando, Broward, Florida y Houston, Texas), Costa Rica, y Colombia.

La familia de Isabella está compuesta de inmigrantes europeos: británicos e italianos. Según estos hechos, se podría decir que Isabella pertenece a la clase que tenía el poder económico y político previo al gobierno de Chávez, y por lo tanto, eso la hace parte del antiguo sistema excluyente que valoraba las clases media y alta compuestas de gente con descendencia europea.

Isabella era estudiante de arquitectura en la Universidad Central de Venezuela, una de la universidades públicas más grandes e importantes no solo de Venezuela, sino de todo Latinoamérica. Por ser institución pública, la Universidad depende del gobierno. Isabella cuenta que no había plata para mantener este institución y que eso contribuía al descontento que provocó las protestas iniciales. El gasto monetario del gobierno es 36 billones de dólares más de lo que corresponde su presupuesto, que es de 103.4 billones. En estas situaciones es siempre la educación la que pierde sus fondos monetarios primero. En el 2009, Chávez anunció que iba a reducir el presupuesto de educación nacional—Universidad y primaria/secundaria—cumpliendo con la reducción del presupuesto nacional de 77.9 a 72.74 billones de dólares. Por la recesión económica que ha pegado Venezuela en los últimos cinco años esto ha dejado la sistema educativa en Venezuela sin los recursos necesarios para mantener un estándar educativo alto.   Isabella dice que, “en mi opinión, el gobierno venezolano es una dictadura y la mejor manera para ellos de controlar a la gente es mantenerlos sin educación, haciéndolos pensar que no hay otras opciones”.

Su manera de pensar caracteriza la generación de estudiantes universitarias en Venezuela. Esta es una de las razones principales, junto con el descontento general y la constante ansiedad pensar que alguien te puede matar por los zapatos, el celular, un reloj, o una cartera que los estudiantes se lanzaron a la calle con agresión y temor en sus pechos.

Las protestas se volvieron violentas en los barrios de el Municipio de Chaco, La Plaza Brion de Chacaito, la Universidad Central, y La Plaza Altamira. En Altamira ocurrió unas de las protestas más violentas. Durante seis semanas en febrero y marzo del 2014, murieron 28 personas según Al Jazeera América. Isabella quien estuvo presente en varias de las protestas en Altamira cuenta que “La Plaza Altamira era una zona de guerra. Me enfrenté a la guardia nacional en defensa propia y fue una experiencia realmente aterradora. Imagínate que la guardia nacional, que es la policía del ejército venezolano, que tienen todo tipo de armamentos y equipos, fueron mandados para enfrentarse a los estudiantes, y no nos quedó más remedio que devolverles las bombas lacrimógenas con guantes y máscaras de gas para no desmayarnos”. Para ella, las protestas estaban dirigidas a todos los venezolanos, a toda la sociedad, porque las protestas de los estudiantes comenzaron para defender los derechos humanos básicos; cosas que para los estudiantes, afectaba a todos los venezolanos.

 

                                                                                                                   -Foto cortesia Juancho Hernández                                                                                           

Después de un par de meses de violencia, locuras, y tragedias, las cosas empezaron a cambiar para la Sra. Bertorelli, “Empece a tener sentimientos encontrados con respecto a las protestas. ¿Cómo le puedes pedir a alguien quien trabaja para sobrevivir, no para vivir pero para sobrevivir, dejar su trabajo, dejar de proveer para para su familia y lanzar a la calle para protestar el gobierno? La mayoría de los venezolanos no tienen el lujo de poder tomarse el día libre par protestarle al gobierno”.

Se podría decir que las protestas fracasaron—en el sentido que no hubo ningún cambio directo—porque no pudieron convencer a todo el sector de la clase popular a que participara en las protestas. Aunque estas protestas representan una porción importante de la población venezolana, faltaba representación de la base política más grande de Venezuela: la clase popular.

Michelle Lazzari, presidenta de la Fundación “Yo Tengo un Sueño” recolecta a través de esta organización comida, alimentos no perecederos, juguetes y útiles escolares y los distribuye en Petare—uno de los barrios más pobres y grandes de Venezuela y Latinoamérica. También ofrece becas y clases para niños en el barrio. Además trabaja con una comunidad indígena en un pueblo que se llama Maniapure, en el estado de Bolívar y en Birongo, estado de Barlovento.

Ella participó en las protestas, pero cuando empezaron a llevarse a los estudiantes presos y ocurrieron las muertes, ella decidió dedicar su energía hacia una meta más útil, no tan volátil y reaccionaria. Actualmente se encuentra en México, estudiando educación.

Michelle me contó que en Petare, la gente no se sintió representada para nada, no porque estuviesen contentos con su situación, pero porque su prioridad era sobrevivir, no protestar ante el gobierno: “Petare es en una montaña y creo que viven casi quinientas mil personas, apróximadamente. Acá la gente viven unos encima de otros en ranchos que están apunto de caerse y en zonas donde no se debe construir. Todas las calles son callejones, a veces ni se caben los carros porque son muy estrechos.

Como Petare está en Caracas, pero en la montaña, la gente usa transporte público, que usualmente son jeeps o autobuses, para bajar a la ciudad. La mayoría de la gente que vive en Petare trabaja en Caracas. Muchas veces no tenían cómo subir o bajar o simplemente los autobuses no llegaban a las zonas donde formaba las protestas.

Es más, tanto las protestas como las guarimbas, que consistían en poner basura o cauchos y quemarlos en la calle para bloquearla, no los beneficiaba en nada, mas bien decir les complicaba más su lucha diaria, que era bastante complicada ya sin las protestas.”

 

                                                                                                                        -Foto cortesia Donaldo Barros                                     

Aunque todavía hay protestas y levantamientos de vez en cuando, lo que ocurre verdaderamente son parecidas a un terremoto. Siguen pasando, pero cada vez más débil hasta que ni lo sienten.  Y fue así para las protestas de los estudiantes. Sin embargo, no se puede olvidar que el descontento que originó estas protestas y levantamientos, son completamente verdaderos. Por ejemplo, según el reportaje de homicidio de la ONU del 2013,  asesinaron a 16,072 personas en Venezuela en el 2012 con 53.7 matanzas por cada 100,000 venezolanos; uno de los proporciones más grandes del mundo.

Como dice Isabella, “no puedes echar la culpa solo al gobierno. Es culpa de todos los venezolanos porque Venezuela es una gente, una cultura, no solo un gobierno”. Es decir, algo tiene que cambiar y tiene que ser un cambio total que incluye a todos—o por lo menos una mayoría; pero eso también es peligroso.

Los problemas que atormentan a Venezuela en este momento no se pueden reparar con ideologías. Ahora, lo importante no es si el gobierno es Chavista o no. Estos problemas son mucho más complicados, y sería completamente irresponsable reducir toda la situación a una conversación entre Karl Marx y Adam Smith. Lo único que se puede decir con certeza es que en este momento, sin el apoyo del sector popular, nada va a cambiar en Venezuela.  

Referencias

  • Al Jazeera. "Venezuela’s Maduro Gives Ultimatum to Protesters amid ‘economic Crisis’." Al Jazeera. Al Jazeera America,   16 Mar. 2014. Web. 2015.                                                            
  • Ellner, Steve. "Chavistas Debate the Pace of Change in Venezuela." NACLA. NACLA, 11 May 2014. Web. 05 Mar. 2015. 
  • "Isabella Bertorelli - Protestas." Telephone interview. 4 Mar. 2015
  • "Michelle Lazzari - Protestas." Telephone interview. 15 Mar. 2015.
  • UNODC. "Global Study on Homicide." UNODC:. United Nations Office on Drugs and Crime,  n.d. Web. 17 Mar. 2015. 
  • "Venezuelan Students March Against Budget Cuts." Latin America Herald Tribune. LAHT, 21 May 2009. Web. 07 Mar. 2015.     
  • Velasco, Alejandro. "Venezuela's Polarizations and Maduro’s Next Steps."NACLA. NACLA, 11 May 2014. Web. 05 Mar. 2015.

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