Un virus nos sorprendió y anuló todo lo que era "normal" para nosotros.
Una nube negra descendió y se llevó nuestra libertad, felicidad y armonía.
Un silencio de muerte invade nuestras calles, escuelas, parques y cada lugar.

No nos miramos a los ojos
nos mantenemos a 2 metros el uno del otro
nos alejamos si vemos a una persona que viene hacia nosotros
¿Esto es vida, esto es libertad?

Un sentimiento de soledad invade mi alma,
Me siento sola, completamente sola.
No puedo ir a casa, no puedo abrazar a mi familia
Estoy atrapada en el otro lado del mundo
sin nadie con quien hablar.

 Se nos ha negado todo,
todo lo que dimos por sentado,
ahora es solo una ilusión que vemos desaparecer lentamente en el horizonte,
este virus es como un viento helado que se ha llevado todas nuestras certezas

Me siento sofocada por estas cuatro paredes blancas,
Me paso el día mirando una pantalla plana.
Ya no me siento bien.
Me miro al espejo y veo un cuerpo vaciado de su esencia
Sé que todo esto es necesario, pero la pregunta es ¿vale la pena?
Ya nada tiene sentido, violaron nuestros derechos primarios,
¿Temblarán alguna vez, nos liberarán?
Esta es una pregunta que solo el futuro puede responder.

Me voy por un paseo por Mission District, 
una de mis zonas favoritas de San Francisco.
todo es muy diferente desde la última vez que vine aquí,
las calles están vacías y tristes, 
las tiendas ya no están llenas de gente como las recordaba.

Los rostros de las personas están grises 
como el cielo cuando miro hacia arriba. 
como la sensación que siento en mi alma.
Los rostros están cubiertos con una máscara, 
no poder ver la sonrisa y el rostro de una persona me hace sentir aún más sola.

“¡Ha sido un año terrible!”
dice el dueño de la taquería mexicana
donde siempre iba con mis amigos los fines de semana.

“No sabía cómo alimentar a mi familia”,

“No teníamos dinero y estábamos muertos de frío en la casa porque no podíamos usar la calefacción”,

 “El virus destruyó todo lo que había creado con los esfuerzos de mi vida.”

Escuchando estas historias, no tenía palabras, 
porque no había nada que decir...
¡Lo único que puedes hacer es esperar y rezar por un futuro mejor!